Incorporando la experiencia profesional en lo personal
10 son los años que llevo compartiendo mi carrera profesional con la familia SABIEN (anteriormente, y cuando yo empecé, la familia TSB). Muchos son los proyectos en los que he participado y muchas cosas las que he incorporado desde lo profesional en lo personal, y viceversa, pero si he de destacar algo que ha hecho cambiar mi estilo de vida han sido los proyectos relacionados con Nutrición/Alimentación en los que he participado.
Acababa de volver de mi segunda baja por maternidad, y después de la desconexión se me ofreció la oportunidad de trabajar en colaboración con el grupo CUINA (Grupo de Investigación e Innovación Alimentaria), grupo de investigación de la UPV liderado por los investigadores Puri García Segovia y Xavier Martínez Monzó, en varios proyectos relacionados con educación en nutrición, hábitos de vida saludables y TIC.
Empezó entonces un proceso de lectura de evidencia científica al respecto, para empaparme del tema, sobre hábitos de vida saludables (alimentación, ejercicio y descanso), efectos en la salud, cómo la educación tiene un papel crucial para empoderar a la sociedad en la autogestión de su bienestar, y cómo la tecnología puede ser un vehículo estupendo para realizar este empoderamiento.
Hasta ese momento, creo que mis hábitos de vida en general, y en concreto de alimentación, no eran del todo malos, pero fue a raíz de mi participación en estos proyectos (FlashDiet y NutriPro) cuando empecé a ser consciente de qué implica la alimentación, cómo influye en nuestra vida, y lo vulnerables que podemos llegar a ser sin una buena educación al respecto, y lo que es más importante cómo desde SABIEN podemos poner nuestro granito de arena para ayudar. Por ejemplo, con NutriTrainer, una plataforma que incluye cinco mini-juegos educativos con el objetivo de mejorar aspectos relacionados con el aprendizaje y la educación nutricional.
O con el MOOC de FlashDiet sobre salud y nutrición.
Además, encontré en Gema una aliada estupenda, ya que compartimos las mismas preocupaciones, intereses e inquietudes, y entre las dos estamos “intentando” hacer cambios en nuestro entorno más directo, es decir en nuestra familia y en nuestros compañeros de trabajo .
Juntas buscamos proyectos y convocatorias que aúnen tecnología y estilo de vida en cualquiera de sus facetas, y tanto nos ha enganchado el tema que vamos a embarcarnos juntas (aunque no revueltas) en la aventura de hacer la tesis en este ámbito, aplicando técnicas de Minería de Procesos al ámbito de la Salud.
De momento hemos conseguido ser las cansinas del laboratorio, pero por lo menos se leen las etiquetas; y en cuanto a nuestras familias, la hija de Gema ya sabe lo que es la grasa de palma y que no hay que comerla, ¡leen juntas las etiquetas de lo que compran! (tiene 8 años) y mi hijo Leo sabe que le brócoli, que se come muy a gusto, le ayuda a estar fuerte y a correr rápido (tiene 6 años), bueno es un comienzo.
