Familia SABIEN. Dícese de aquellos que trabajan en armonía pase lo que pase.
Y digo esto con conocimiento de causa porque hace unos días me asignaron la ardua tarea de ser electroduende, es decir, persona en el anonimato que va haciendo travesuras por la oficina con total alevosía y nocturnidad, o lo que es lo mismo, tenía que hacer bromas a mis compañeros sin que supieran que había sido yo.
Aunque Google ayuda mucho, me costó arrancar. Encontrar el equilibrio entre no entorpecer, hacer algo realmente gracioso y a gusto de todos, no es trivial cuando hay tanta gente involucrada.
Día 1
El primer día preparé algo discreto, y rápido. Las torres de Chus y María intercambiadas entre sí, algunas fotos pegadas por el laboratorio de nuestro buen amado director Vicente y café con un aroma diferente.
Día 2
El segundo día había que jugar al despiste, fui una de las víctimas. Pero quería sorprender, así que me dejé llevar… y apareció por la oficina una manada de sillas salvajes.
A Toni le dejé un mensaje subliminal en la mesa… creo que no lo llegó a entender….
Día 3
El tercer día tenía que innovar, así que además de las bromas evidentes como las bolas de Carlos (difícil de explicar, lo más aclarativo sería decir que hace magia) o el antivirus de Jose Luis (nuestro administrador de sistemas, entre otras cosas), oculté por la oficina fotos de presidentes muy conocidos, con algún retoque “fotográfico”.
También tuve un poco de ayuda… había un segundo electroduende que hizo de las suyas…
Día 4
El cuarto día sentía la presión, había que superarse. En la oficina el electroduende era trending topic… cualquier cosa que ocurría era culpa del electroduende…. Durante el fin de semana me llevé ayudantes a la oficina y dejamos volar nuestra imaginación. Elegí dos mesas próximas que tuvieran un número similar de cosas e intercambiamos todo lo que había encima, nadie notó la diferencia hasta que los dueños llegaron…Escondimos el ordenador de Lucía que volvía de vacaciones y tuvo que buscarlo. Le eché una mano porque la vi muy perdida (jijiji) … Le dimos la vuelta a todos los percheros, así que lo que había colgado terminó en la mesa de Chus (pero con cariño y con amor), le dimos los buenos días a Carlos con una carita feliz, abrigamos la impresora porque la vimos algo pálida, e intentamos mediar con el ordenador de Jose Luis porque estaba enfadado (sin éxito).
Al pobre Toni le montamos una fiesta de cumpleaños en su puesto de trabajo. El anterior día había sido su cumpleaños y nadie se acordó, eclipsados por el electroduende (sorry), aunque creo que le gustó porque ha mantenido la decoración y ahora es la envidia de la oficina.
Día 5
El quinto día tenía como objetivo a aquellos que aún no habían sido víctimas del electroduende, sabían que iban a estar en su punto de mira, pero no tenían ni idea de cuan malvado iba a ser. Jose Luis encontró una bocina en el asiento para que todos dieran un brinco. AChus y María les hice una telaraña porque son un pack perfecto. Nacho, nuestro médico, tenía que hacerle llegar un mensaje especial para él. Nuestro Alvaro, que se le había quedado la cara desencajada, después de tantas horas luchando contra universAAL delante del ordenador.
Día 6
Durante toda la semana duendil, Vicente networkeaba en un congreso a miles de kilómetros… Lo que no sabía es que el electroduende había preparado algo para él. Iba a recibir una visita muy especial … la familia Dino.
Así que, como comentaba al inicio de esta entrada…a pesar de las dificultades de la semana, la malignidad del electroduende y la complejidad derivada de ser investigadores, la Familia SABIEN ha sobrevivido con una gran sonrisa y muy buen quehacer.
Notas:
- Ningún animal ha sufrido maltrato alguno durante la ejecución de las acciones electroduendiles.
- No se ha dañado ninguna propiedad privada y cualquier desperfecto ha sido accidental y no premeditado.
- El electroduende no ha sufrido ninguna represalia hasta el día de hoy, lo que no asegura que siga siendo así en un futuro próximo.