(Leer entrada anterior) El mundo móvil no paraba de cambiar y cada vez eran más los adeptos. Que la tecnología móvil y todo lo que la rodeaba era negocio, era ya un hecho cuando, en 2005, los tonos de llamada revolucionan el mercado y generan más de 2 billones de dólares a nivel mundial. Mientras tanto, en SABIEN continuamos probando los últimos avances. En el proyecto Healthy Market utilizábamos el Nokia N80, uno de los mejores terminales de ese año, era rápido, era potente y me encantaba. Nokia estaba de moda, y el Nokia N70 también era otro de los populares, al igual que otros tantos, se utilizó en proyectos como CMA o Derma Móvil para realizar fotos y evaluación del doctor. Las cámaras no eran como hoy en día las conocemos y muchos de los proyectos se centraban en probar la calidad de las fotos y la velocidad de transmisión. Ni tampoco había tantas librerías ni ejemplos de código que pudiéramos utilizar, la programación era mucho más artesanal. Symbian era tedioso de programar y la interfaz gráfica nada agradable comparada con otros sistemas operativos.
Symbian fue el sistema operativo que recibió el apoyo incondicional por parte de Nokia hasta el extremo de consentir la destrucción de la compañía antes que reconocer el triunfo de Android. Otras compañías como Ericsson y Motorola también dieron apoyo a Symbian pero en menor medida. Symbian era una evolución de EPOC, un sistema operativo creado por la compañía Psion a principios de los 90 y que en sus inicios era usado en PDAs. Las aplicaciones se desarrollaban en una versión de C++ llamada Symbian C++. Symbian prestaba especial atención a la gestión de los recursos de un dispositivo con capacidades muy limitadas, y su lenguaje de programación lo hacía patente al desarrollador al tener que usar elementos característicos tales como los constructores en dos fases mediante el mítico método NewLC: En Symbian primero se instancia el objeto sin inicializar ningún atributo, si todo va bien, se inicializan sus componentes, todo ello pensando en la gestión de la memoria. Y precisamente ahí está su principal inconveniente, desarrollar en Symbian requería ser muy cuidadoso para que no se produjeran memory leaks, que por otro lado eran muy difíciles de localizar una vez que se habían producido.
Entre tanto devenir, proyectos como AmneaMovil, Orconera o LYRA seguían trasformando la telemedicina. Por aquel entonces el consumo de batería, memoria y procesador era un problema generalizado y las PDAs, como la QTEK 9090/9100, o la HTC Innovation que se utilizó en HeartCycle, eran la alternativa a los móviles por su mayor capacidad de proceso.
En 2006 los móviles empezaron a incluir funcionalidades de entretenimiento como el Nokia N90. Las PDAs continuaban su camino, y aparecía el primer dispositivo Fujitsu considerado “all-integrated”, el Fujitsu Siemens Pocket Loox T830. La calidad de las cámaras no eran como las de ahora, y un ejemplo fue que en el proyecto Derma Móvil utilizamos el Nokia N73 y tuvimos que comprar lentes para conseguir fotos con una calidad óptima.
En 2007 se lanza al mercado el primer iPhone, que incluía sensor de rotación, y multitouch. En el PFC Vadeo se utilizó el primer modelo de iPhone, un paradigma muy diferente al conocido hasta el momento. El iPhone supuso toda una revolución en la interacción con el teléfono. Todas las acciones que se realizaban en el mismo resultaban absolutamente intuitivas, fáciles de realizar, todo era accesible, rápido y la experiencia de navegar en Internet con el teléfono cambió para siempre.
Mientras tanto, los proyectos de investigación seguían empleando dispositivos más “clásicos”. El Nokia N95 se utilizó en ASK-IT como primer móvil con la certificación de dispositivo DLNA. Encontrar dispositivos más potentes para poder ejecutar aplicaciones cada vez más complejas era una necesidad. Por el año 2007, servicios como realizar la compra del supermercado a través del teléfono móvil, eran una realidad en el proyecto PERSONA. En este caso se utilizó el Nokia 6131i, el primer dispositivo de Nokia con NFC. Además, dentro de este proyecto se empezaron a hacer pruebas en el Motorola Symbol (fue el primer dispositivo con escáner de código de barras), queríamos probar que, una plataforma Ambient Intelligence (AmI), precursor de lo que hoy conocemos como Internet de las Cosas, podía ejecutarse en un dispositivo móvil y conectarlo a sensores Bluetooth. En el mismo año, testeamos un sistema para el seguimiento de pacientes con cáncer en dispositivos HP iPAQ 114 en el proyecto Ocnosis.
Tras la aparición de los iPhone, en 2008, HTC sacó al mercado el primer móvil Android (HTC Dream). La decadencia de Symbian era un hecho. Ese mismo año, junto con el iPhone 3G, Apple volvía a romper esquemas con el lanzamiento de la primera Store y el mundo de las aplicaciones móviles irrumpió definitivamente entre nosotros.
El proyecto AmIVital apostó por la HTC Diamond para probar la pasarela móvil que conectaba con el sensor ALive BT, que medía el ECG (electrocardiograma) del paciente. El principal objetivo del proyecto era ofrecer servicios a personas mayores para ayudarles a mantener una vida autónoma e independiente. Tecnológicamente, este proyecto se basaba en OSGi, un estándar para con el objetivo es definir las especificaciones abiertas de software que permitiera diseñar plataformas compatibles que pudieran proporcionar múltiples servicios. En 2009 utilizamos el primer dispositivo Android que soportaba Flash (HTC Hero), dentro del proyecto eMotiva
Otros proyectos llegaron en 2011, como HECATE, o PEATON con un modelo cliente-servidor clásico (Samsung Galaxy S2), pero las plataformas IoT estaban llegando con fuerza y el móvil se convertía en una pieza clave, como en universAAL en 2010, ReAAL en 2013 o INTER-IoT en 2015.
Como os comentaba en la primera parte de este post, la tecnología móvil ha evolucionado exponencialmente y la historia de SABIEN ha estado marcada por ello. Han sido innumerables las anécdotas que han tenido cabida entre tantos proyectos, y ahora solo nos queda esperar expectantes lo que nos depara el futuro.